Keiko Fujimori
Lo bueno es que ya tiene experiencia y
sabe manejar situaciones críticas en toda la campaña. Cercana a la gente y todo
terreno. Convoca a las bases y es una de las pocas candidatas que cuenta con
una logística hasta el último rincón del país. Tiene fluidez de palabra y es
mejor escucharla en entrevistas que en un video colgado en las redes. Sabe
manejar a su equipo de campaña y (chisme aparte) cuando quiere hace caso a sus
consultores y otras no. Sus discursos siempre pasan por la experiencia del
pasado y logra sacar frases a periodistas como: “Todo el mundo reconoce lo
bueno que hizo su padre”, gran trampolín donde expone luego sus ideas
renovadas. Lo malo de Keiko Fujimori es que aún no trabaja sus habilidades
blandas. Tiene un discurso que no mete gol, es como si escucharas buenas ideas
y esperas y esperas el gran remate y no pasa, no llega ese gol de: ¡Claro,
tiene razón, muy bien! Es cambiante cuando se ve acorralada y no maneja sus
impulsos, es fácil sacarla del cuadro sin que se moleste y se nota que calcula
las réplicas. No ejerce su liderazgo y jefatura con mano firme además de no
saber responder de manera frontal a sus competidores en circunstancias claves.
La crítica. El no reconocer una derrota habla mucho del carácter de una persona, hasta podríamos calificar de irresponsable sabiendo que de ello depende la estabilidad política en democracia y la economía. Ejerció mal la jefatura de la bancada en el Congreso como presidenta del partido, y ahora como candidata se ve afectada por el pésimo manejo que hizo, además de tener la gran oportunidad de manejar el Congreso responsablemente, hoy esa sería su mejor carta de presentación. Llamar a Nano Guerra García y Fernando Rospigliosi como salir de compras por navidad no garantiza nada y es jugar a la hipocresía extrema de ella y de los señores. Desde que ejerce el liderazgo del ‘fujimorismo’ no ha sabido capitalizar las buenas obras de su padre y se ha quedado con el discurso del viejo fujimorismo que terminó desechando a la ‘vieja guardia’ sin tener resultados favorables. Keiko Fujimori encarna el juego bonito en campaña y la derrota sobre el final del partido.
George Forsyth
Exarquero de Alianza Lima y exalcalde
del distrito de la Victoria, tiene un halo de novedad por su juventud y poca
experiencia en política. Lo más cercano a él en política, es su padre, un
diplomático de larga trayectoria que sería una buena guía – si es que aún no lo
es – en esta travesía de camino a palacio de gobierno. ‘Forzay’ tiene juventud
y en su poca o casi nada experiencia como alcalde hizo frente a grandes
problemas en décadas del distrito ‘victoriano’ como es la seguridad en
informalidad y la limpieza pública. La gran palanca que tiene es el careo y ‘pechador’
al delincuente común agazapado entre los ambulantes. Esto que George tiene, aún
no lo saca a relucir, los últimos alcaldes han tenido como estrategia el ‘statu
quo’ con los problemas ya mencionados. El nivel de confianza de la gente del
distrito se reflejó en el pago de arbitrios (increíble), gente que no paga pero
que vio un alcalde que habla mal pero que trabaja y además es cercano, esta
gente pagó con ganas porque ve que trabaja. Este reflejo imperceptible y hasta
para algunos tonto es una muestra de confianza y esa combinación de política y
dinero se ve poco. Lo malo de George Forsyth es que hasta ahora no tiene ni una
sola propuesta de gobierno y solo repite de manera insistente que: “Nosotros
los jóvenes vamos a cambiar la política, porque estamos cansados y… ”. Está
utilizando la misma estrategia de Renzo Reggiardo cuando perdió las elecciones
para la alcaldía de Lima. Este distanciamiento sobre los demás candidatos por
estar arriba en las encuestas por llamada telefónica de solo un distrito de
Lima es solo un fantasma que ‘Forzay’ solo ve y sus asesores le hacen creer.
Esta estrategia ‘diferencial’, es como bailar solo y creer que tú ganarás
porque eres el único bailando, cuando otros lleguen y ‘chapen’ pareja, él se
quedará solo y no habrá quien lo tome y estará rogando una pieza de baile como
lo hizo Reggiardo por creerse ganador. Forsyth tiene que construirse en campaña
porque la imagen ya la tiene. Pero si sigue hablando por hablar, si no tiene
propuestas, responde mal las preguntas, no entiende las repreguntas, no tiene
una gestión de medios para saber que ‘forma’ tendrá la entrevista, perderá y
por lejos.
La crítica. Nada garantiza que George Forsyth sea un buen presidente si solo hizo frente a dos aspectos como alcalde y abandonó la alcaldía solo porque gozaba de popularidad, y las encuestas lo colocaban como uno de los ‘candidatos favoritos’, confundiendo esto último con ‘político favorito’, que es muy diferente. Pero en el Perú todo vale, sino tienes animales en el circo político puedes disfraza a payasos de animales. El no tener una sola idea de desarrollo o cometer el error que ciencia y tecnología se refiere solo al internet, habla del poco conocimiento y gestión que tiene. Estar siempre con ‘clichés’ en videos por facebook y haciéndose una entrevista él mismo es tan ridículo como las encuestas online inventadas donde todos son ganadores. Nunca es suficiente la juventud o la fama para ganar algo de manera responsable, simplemente porque no eres el único en contienda y los demás candidatos tienen mayor experiencia que tú y además gozan de más conocimientos gubernamentales. ‘Forzay’ no puede abandonarse a una campaña tan pobre en ideas y propuestas pero rica en ridiculeces como sus videos Tik Tok por quedar bien con las redes sociales, cuando sabe muy bien que para ganar las elecciones presidenciales tiene que ganar en Lima y provincias, y cuando salgan los demás candidatos a bailar con él por lo menos tiene que estar convencido de tres o cuatro políticas gubernamentales de las principales necesidades del país, si no es así será un experimento fallido de las encuestas y se dedicará hacer varios videos en Tik Tok faltando el respeto al electorado como lo viene haciendo.
Autor: Oscar Segura
Próximo versus: Verónica Mendoza vs Rafael López Aliaga.
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