domingo, 17 de enero de 2021

El ‘Harakiri’ Aprista

Desde el año 1985 la columna vertebral del APRA ha sido el expresidente Alan García Pérez (+). Con un gobierno desastroso y otro reivindicador, García supo capitalizar el APRA para sus intereses partidarios – no políticos – y se encargó de ‘Alanisar’ de manera radical al partido de la estrella. Una prueba de ello es que mientras vivió en Francia la comunicación con los dirigentes y la bancada aprista siempre fue fluida y nunca dejaron de consultarle por temas políticos y partidarios, dentro y fuera del APRA.

Tuve la oportunidad de conocer y conversar con el expresidente García Pérez (+) en dos oportunidades, la primera cuando inicié una campaña contra mi ‘tocayo’ el exministro de salud Óscar Ugarte por temas como ‘la pastilla del día siguiente’, y la segunda una semana antes que le llevará agua a Manchay. No caeré en el concepto que la mayoría tiene sobre él, de ser ‘muy inteligente’, ‘gran estratega’, ‘un estadista’, mi impresión siempre fue la de una persona muy sabia y de gran oratoria para convencer mas no para sorprender.          

No tengo nada contra el expresidente García Pérez (+), pero no seamos ciegos para no ver que es uno de los grandes responsables de lo que hoy vive el APRA: el divisionismo, la soberbia y el ‘compadrazgo’. Los ‘Mulder’ le echan la culpa al Jurado Nacional de Elecciones (JNE), los ‘chiquiviejos’ le echan la culpa a la vieja guardia, y todo esto pasa en medio de los ‘pulpines’ apristas que ven como papá y mamá pelean sin poder hacer nada condenándolos al abandono una vez más. Nidia Vílchez era hoy la indicada para darle oxígeno al APRA y mantenerlo con vida, trabajando para su pronta recuperación y ser lo que nunca debió dejar de ser, un partido de izquierda democrática, un partido con huella de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Cuando idealizas a un líder y lo pones sobre la verdad y el infinito y más allá, es una señal de tu falta de formación política - entendiendo la política como un servicio al país - justificando intereses particulares, negociados debajo de la mesa, convenidamente para los amigos todo y los enemigos nada, cuando confundes democracia con opinión individual y no partidaria, además coronando las taras políticas con la frase: “Así es la política, es el sistema”. Y este cáncer el APRA lo tiene hace veinte años atrás.

Tengo amigos apristas y están en el partido décadas y nunca los vi como dirigentes o postulando a una alcaldía o al Congreso de la República, y es que uno de los grandes problemas del APRA es la falta de renovación en sus cuadros populares, trascendentes, políticos, y partidarios. Todos los años el partido de la estrella dice: “Renovación”, “Los jóvenes”, “La nueva generación”, etc. Hasta ahora Del Castillo, Mulder, Quesquén, y compañía, son los mismos políticos desde ¡1980! la única renovación a la que se habrán referido son de los puestos partidarios pero no de las personas que siguen siendo las mismas. El único que habló de “juventud aprista divino tesoro partidario”, fue Alan García (+), y el único cuadro político que promovió él, fue a la señorita en ese entonces y hoy señora Luciana León, quien tuve a bien asesorarla como consultor en dos temas específicos, y donde muchos en el APRA la vieron como la puerta de ingreso de todos los jóvenes apristas a la política nacional y no solo al servicio público. Después de Luciana no hay más, se acabaron los jóvenes, la vieja guardia aprista mostró a Luciana León como un símbolo y nada más, a la juventud del APRA la mataron con su indiferencia y sed de poder.

Los ‘Mulder’ (Con disculpas de Mauricio Mulder si lo tomo como ejemplo por ser el más mediático) siempre justifican las riñas apristas como señal de democracia donde hay dos posturas donde discuten democráticamente señalando esto como normal, y es una mentira tan grande como que las vacunas chinas llegan rápidas y hay para todos. Una cosa es tener facciones partidarias que compitan por las soluciones para el partido, velando por su crecimiento y promoción, y otra cosa es tener un divisionismo pronunciado y que trascienda en peleas de todo tipo, boicots, sembradas, etc. con dirigentes interesados en su futuro personal y no en el partido político.

Nidia Vílchez no iba a poder partirse para resolver los problemas internos del APRA como candidata presidencial y a su vez cargar sobre sus hombros una campaña electoral a nivel nacional. Si tu equipo no está unido es mejor no salir al partido porque perderás. Carla García, hija del expresidente García Pérez (+) y figura mediática de las redes sociales, es vista como una amenaza en la continuidad de la ‘Alanización’ del partido de la estrella, quien no quiera ver eso y es aprista, debe ser un idealista de aquellos.  

Luego de no pasar la valla electoral y ahora presentar su renuncia donde solo el APRA tiene la culpa, solo queda guardar silencio y los compañeros ponerse a trabajar de adentro hacia afuera, desde el núcleo y esencia aprista para ser mejores que antes, repensando en la forma de hacer política institucional y partidaria, así como también reformular el mensaje del partido hacia sus correligionarios y el país.

Políticamente el APRA hoy está muerto, pero va resucitar.

Autor: Oscar Segura.

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