lunes, 22 de febrero de 2021

Humillación por votos

Nuestras primeras damas siempre han sido utilizadas de la manera más canallesca.

Hoy el candidato Julio Guzmán humilla a su esposa nuevamente al sacarla en TV para que bote la ‘pepa’ de: ‘me dolió y sufrí mucho’, una estrategia de desesperación sabiendo que ese acto de infidelidad con su esposa y cobardía con su amante le ha costado miles de votos perdidos en una sociedad tan conservadora e hipócrita como la nuestra.  

Michelle Ertischeck, esposa del candidato Julio Guzmán que sin ser primera dama ya asume el ser objeto para fines proselitistas no dudó en aparecer y querer limpiar a Guzmán. La última vez que la vimos fue en las elecciones presidenciales pasadas, en esa ocasión tocaba conocerla en campaña y ningún asesor y menos Guzmán querían mostrarla, ¿por qué? Porque es gringa, no sabe hablar bien el español y además con una historia judía encima. La utilizaron solo para mostrarla cuando Guzmán acampó en la Plaza San Martín - pero comía y dormía en el hotel Bolívar - en una supuesta huelga de hambre por su descalificación en la carrera presidencial. Ahí con Michelle se abrazaron, se besaron y ella dijo: “Hoga Peju, y de nuevo la metieron a la carpa. No dijo más porque un asesor le bajó el micrófono a una reportera cuando la esposa del candidato quiso decir más en medio del bullicio.

Yo corro con Guzmán’, donde tuvieron que editar los videos con ese mensaje tan ruin al jactarse y burlarse de dejar a una persona en medio de un incendio engañando a tu esposa.’

Luego de algunos años Julio Guzmán está nuevamente en la carrera presidencial, y no tiene mejor idea que mostrar a su esposa cual valor agregado por unos momentos solo para decir que ahora sí son un matrimonio, que no es un mantenido y que la infidelidad ya pasó, obviamente esta estrategia demuestra el lado más asqueroso de Julio Guzmán y que sus asesores le habrán contado que esto funcionará y que así podrá, de alguna manera, tapar las críticas sobre el ‘ser mantenido’ y ‘ser infiel’. Guzmán tiene que entender que los peruanos no somos caídos del palto. Esa estrategia funcionaría en la década de los 80’. Cuando no tienes calle, no conoces a tus votantes y crees que conoces bien el aparato del Estado, confías en la primera ‘barrabasada’ que te dicen. Lo mismo pasó con la burda producción del ‘microbusero’ de: ‘Yo corro con Guzmán’, donde tuvieron que editar los videos con ese mensaje tan ruin al jactarse y burlarse de dejar a una persona en medio de un incendio engañando a tu esposa.

Por otro lado, ¿dónde quedó la dignidad y amor propio de la señora Michelle Ertischeck? Se presta a un circo de dos minutos, donde expresa lo ‘feliz’ que es su matrimonio. Con su testimonio queda zanjado que Julio Guzmán mintió en todo momento sobre el incendio, circunstancia, persona que lo acompañaba y su olímpica corrida dejando a todo un edificio habitacional en un peligro inminente de muerte por un incendio. Las tareas de este asidero que el candidato creó, tienen que tener eco de arrepentimiento en las calles, no en un reportaje de televisión, y ese trabajo es de todo el partido. No existe – lamentablemente – un trabajo de ‘Gestión de Crisis’ para este caso, he ahí lo malo de tener puro publicista como consejero y no un consultor profesional. Cada vez que el candidato quiere solucionar una mala ‘percepción’ o un ‘error’, termina peor.

‘… la sacaron de la Tiendecita Blanca, le hicieron un moño, la vistieron de sastre y la pararon cual estatua gris, antigua y olvidada junto a Alan García (+)’

Aquí un repaso de nuestras ex primeras damas.    

Susana Higuchi, ex esposa del ex presidente Alberto Fujimori, era la clásica chinita simpática que robaba una sonrisa por su acento japonés y su simpatía al tratar a la gente con mucha delicadeza, a ella la desaparecieron porque ya no era útil para el gobierno.

Eliane Karp. Toledo solo la exhibía para defenderlo en cada crisis, sabiendo éste que ella iba como callejonera y no como ‘dama’ a meter cuchillo especialmente a los apristas. Era su fiel compañera en sus visitas y mítines. 

Pilar Nores. Nunca destacó como primera dama, excepto aquella vez que la sacaron de la Tiendecita Blanca, le hicieron un moño, la vistieron de sastre y la pararon cual estatua gris, antigua y olvidada junto a Alan García (+) mientras él comentaba sobre su hijo extramatrimonial con una dama de ‘altas cualidades’. Para muchos: humillación. Para otros: apoyo incondicional. Solo Nores lo sabe. El mensaje era claro: ‘Ella sabe, estuvimos separados y hoy me apoya, miren lo feliz que somos’.

Nadine Heredia. La única primera dama política y activa en un gobierno, Humala concertaba con ella sus planes para mandarla cual alfil para cerrar a los peones y meter miedo a las torres para luego comprometerla a ella, luego él aparecería como inmolador sabiendo que nada le iba a pasar.

Nancy Lange. La esposa de PPK, solo hacían que se tome fotos con los bomberos, luego se fue (huyó) a los EE.UU. cuando su esposo estaba en una crisis política aguda, luego de esto nadie sabe más de ella.

Maribel Díaz Cabello, esposa del ex presidente Martín Vizcarra. Meses atrás en facebook y Twitter fue tendencia. Vizcarra ante los rumores de su sexualidad y el reclamo de la gente por su poca aparición con su esposa, la sacó a dar unas vueltas por el Perú – mal asesorado por supuesto – ganándose muchas críticas en medio del escándalo ‘Swing’.  

Es una lástima que nuestras ex primeras damas se hayan comportado y asumido el papel de adorno y cómplice, como si fueran la última dama de un burdel de carretera.

Autor: Oscar Segura

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